Los Lechazos que identifica la Indicación Geográfica Protegida, proceden de las razas autóctonas de Castilla y León: Churra, Castellana y Ojalada; estas son las únicas razas altamente especializadas en producción de lechazos con características únicas en cuanto a terneza, jugosidad, olor, sabor y textura. Están alimentados exclusivamente con leche materna. El sistema de explotación tradicional y características determina que este producto sea único e incomparable.
Se identifican por su vitola roja situada en los cuatro cuartos en los que se divide el canal, contiene un código numérico y la fecha de sacrificio. Estos datos nos permiten identificar al animal y seguir su trazabilidad hasta el final del proceso. Es una vitola de papel resistente al fuego, lo que permite que esta identificación pueda llegar al plato y garantizar al consumidor la auténtica calidad de los Lechazos de Castilla y León.