Los plátanos de la Indicación Geográfica Protegida Plátano de Canarias, proceden de la variedad Cavendish de la especie Musa Acuminata Colla destinados al consumo en estado fresco después de su acondicionamiento y envasado. Esta variedad es la que se ha cultivado históricamente en las islas y la que le ha proporcionado la identidad al Plátano de Canarias.
El Plátano de Canarias se ve influenciado por las suaves temperaturas y los vientos húmedos que llegan a las islas que marcan el lento desarrollo de la planta. Este incremento del tiempo de cultivo y por tanto del tiempo de maduración del fruto en la planta define las características diferenciadoras del Plátano de Canarias.
El Plátano de Canarias es de forma oblonga, con una marcada curvatura estrechándose en su parte de unión con el raquis. La coloración de la piel del plátano varía desde el verde en el momento del la recolección hasta el amarillo intenso en el momento de consumo. La presencia de las motitas en la piel de los Plátanos de Canarias debida a la actividad de las enzimas polifenoloxidasa y peroxidasa, se ha convertido en una señal de identidad. Las tonalidades de la pulpa van del blanco marfil al amarillo pasando por el crema. El Plátano de Canarias se caracteriza además por su bajo contenido en almidón y alto contenido en azucares totales. Todas estas características confieren al Plátano de Canarias sus tres elementos diferenciadores: su sabor dulce intenso, su intenso aroma denominado “Impacto plátano” y sus “Motitas” oscuras tan características de la piel del Plátano de Canarias.
