Apuesta por la calidad
Existe un vínculo real entre su calidad y su origen geográfico, una zona de producción única coincidente con la comarca natural de Tierra de Campos, que se extiende por las provincias de León, Palencia, Valladolid y Zamora. Tierra de llanuras alomadas y en cuya inmensidad asoman los palomares hechos de la misma tierra en la que se cultivan las lentejas.
Cielo y tierra avalan su calidad. Las frías temperaturas matutinas y vespertinas crean un entorno agroclimático ideal, que permite una lenta maduración de estas lentejas de excelente calidad, la altitud y textura del suelo confieren a la lenteja unas cualidades organolétpticas únicas y peculiares. Finísima piel lisa, textura suave y agradable, y delicada mantecosidad que resalta su valoración sensorial
La Lenteja de Tierra de Campos se diferencia por el color de la cubierta pardo con punteaduras en negro y por el color del cotiledón amarillo, pero su mejor distintivo es su pequeño tamaño, con un diámetro entre 3,5 y 4,5 mm, que hace que a la hora de la cocción no se desprenda la piel y resalte su finura en paladar.
Apuesta por la seguridad alimentaria y medioambiental
No requiere fertilizantes nitrogenados, por su simbiosis con el suelo protegiendo al medio ambiente y fijando nitrogeno para el cultivo siguiente.
Apuesta por una vida saludable
Las lentejas son muy recomendables por ser un alimento completo desde el punto de vista nutricional.